El último día que Doña Claudia San Román y su esposo, Jesús Guadalupe, estuvieron en contacto con Kary, la mayor de sus 7 hijos, fue el 8 de diciembre de 2012. Ese día, Reyna Karina San Román Aguilar, mamá de dos niñas, visitó a su papá en su trabajo, en Tlalnepantla De Baz, Estado de México. Después no se supo nada de ella. Tenía 28 años.

Ese día, la vida de la familia San Román cambió radicalmente al marcar el inicio de un largo recorrido de búsqueda. "Su esposo siempre nos negó. Cuando desapareció mi hija nunca levantó un acta de divorcio, de abandono de hogar. Nunca hizo nada por buscarla”, relata Don Chuy.

El caso ha sido revisado por 4 ministerios públicos diferentes y acompañado por tres instancias públicas: la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, la Fiscalía Especializada para la Búsqueda, Localización e Investigador de Personas Desaparecidas y la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado de México. A pesar de ello, según la familia de Kary, la fiscalía reporta que extravió la carpeta de investigación.

Han pasado casi 12 años, pero Claudia y Jesús no pierden la fe de encontrarla. Ambos forman parte ahora del colectivo mexiquense Uniendo Esperanzas, en el que junto a otras 300 familias se organizan para buscar a las más de 109,000 personas desaparecidas en México. Con picos y palas, Doña Claudia participa en las visitas a campo, mientras que Don Chuy elabora alimentos para la brigada.

A Kary, cuenta Doña Claudia con cariño, le gusta cocinar mientras baila salsa, le encantan las mariposas monarca y siempre está dispuesta a apoyar a su familia. “Es una mujer detallista”, asegura. Para recordarla, Doña Claudia comparte su receta favorita: pozole rojo con pollo, uno de los tantos platillos que suelen preparar juntas en su cocina, especialmente para las fiestas mexicanas del 15 de septiembre. Siempre acompañado de gelatinas tricolor para el postre. “Ay 'má, te quedó re bueno”, le solía decir Kary a su mamá.

• 2 kilos de maíz pozolero
• 20 chiles guajillos secos
• 500 gramos de pollo desmenuzado
• 1 lechuga
• 5 rábanos
• 5 limones
• 1 cebolla
• 3 ajos

1. Un día antes, se remoja el maíz con 2 cucharadas de cal.
2. Se enjuaga el maíz con agua y se deja reposar una hora con una cucharada de bicarbonato.
3. Se enjuaga nuevamente y se le quita la cabeza a cada grano.
4. Cuece el maíz de 3 a 4 horas a fuego lento. Ya cocido, coloca la pechuga de pollo por una hora y media para que suelte su jugo. Retira la pechuga y deshebrada aparte.
5. Vacía el chile guajillo ya molido previamente en la licuadora con un poco del caldo, ajo y cebolla.
6. Sirve el pozole y colócale un puño de pollo desmenuzado. Agrégale orégano, limón, rábanos, cebolla y lechuga al gusto.